sexta-feira, 8 de março de 2013

CHÁVEZ, BARÕES DA IMPRENSA, JORNALISTAS E JORNALISMO BURGUÊS


quarta-feira, 6 de março de 2013

Fotos de Hugo Chávez que arrepiam!: Hasta siempre Comandante


Em fotos, Chávez, uma vida dedicada a  luta pelo povo
 8 de agosto de 1998. El comandante Hugo Chávez Frías acompañado por su esposa, Marisabel, durante una gran marcha al inicio de la campaña electoral de los comicios presidenciales del 6 de diciembre de aquel año. © AFP Bertrand Parres
8 de agosto de 1998. El comandante Hugo Chávez Frías acompañado por su esposa, Marisabel, durante una gran marcha al inicio de la campaña electoral de los comicios presidenciales del 6 de diciembre de aquel año.
© AFP Bertrand Parres
 2 de febrero 1999. El recién investido presidente de Venezuela por vez primera, se dirige al Congreso de Venezuela tras ganar las elecciones presidenciales del 6 de diciembre con un 56% de los votos. © AFP Rodrigo Arangua
2 de febrero 1999. El recién investido presidente de Venezuela por vez primera, se dirige al Congreso de Venezuela tras ganar las elecciones presidenciales del 6 de diciembre con un 56% de los votos.
© AFP Rodrigo Arangua
 12 de octubre de 2001. El presidente de Venezuela le entrega un obsequio al Papa Juan Pablo II tras culminar la audiencia que mantuvieron en privado en el Vaticano. © AFP Presidencia
12 de octubre de 2001. El presidente de Venezuela le entrega un obsequio al Papa Juan Pablo II tras culminar la audiencia que mantuvieron en privado en el Vaticano.
© AFP Presidencia
 14 de abril de 2002. Hugo Chávez regresa al palacio presidencial para reasumir la presidencia tras ser expulsado del país. El 11 de abril de 2002, en medio de protestas en contra del sistema socialista, su puesto fue ocupado por Pedro Carmona Estanga, titular de Fedecámaras, el principal gremio empresarial de Venezuela. © AFP Rodrigo Arangua
14 de abril de 2002. Hugo Chávez regresa al palacio presidencial para reasumir la presidencia tras ser expulsado del país. El 11 de abril de 2002, en medio de protestas en contra del sistema socialista, su puesto fue ocupado por Pedro Carmona Estanga, titular de Fedecámaras, el principal gremio empresarial de Venezuela.
© AFP Rodrigo Arangua
 11 de abril de 2004. Hugo Chávez con los miembros del Ejército en Maracaibo, a 500 kilómetros de Caracas. © AFP Presidencia
11 de abril de 2004. Hugo Chávez con los miembros del Ejército en Maracaibo, a 500 kilómetros de Caracas.
© AFP Presidencia
 15 de agosto de 2004. Chávez celebra la victoria del referendo revocatorio de su mandato con un 59% de los votos. © AFP Luis Acosta
15 de agosto de 2004. Chávez celebra la victoria del referendo revocatorio de su mandato con un 59% de los votos.
© AFP Luis Acosta
 4 de diciembre de 2005. Elecciones legislativas. El oficialismo gana todos los cargos de la Asamblea Nacional (Parlamento). © AFP Andrew Alvarez
4 de diciembre de 2005. Elecciones legislativas. El oficialismo gana todos los cargos de la Asamblea Nacional (Parlamento).
© AFP Andrew Alvarez
 03 de diciembre de 2006. Chávez vota durante las elecciones presidenciales, donde fue reelegido para su segundo mandato con un 62% de los votos. © AFP Juan Barreto
03 de diciembre de 2006. Chávez vota durante las elecciones presidenciales, donde fue reelegido para su segundo mandato con un 62% de los votos.
© AFP Juan Barreto
 21 de diciembre de 2006. Hugo Chávez firma acuerdos bilaterales con el presidente electo de Ecuador, Rafael Correa, en el palacio presidencial de Miraflores, en Caracas. © AFP Presidencia
21 de diciembre de 2006. Hugo Chávez firma acuerdos bilaterales con el presidente electo de Ecuador, Rafael Correa, en el palacio presidencial de Miraflores, en Caracas.
© AFP Presidencia
 19 de agosto de 2007. Hugo Chávez graba una edición de su programa de televisión 'Aló Presidente'. © AFP Servicio de Prensa Presidencial / HO
19 de agosto de 2007. Hugo Chávez graba una edición de su programa de televisión ‘Aló Presidente’.
© AFP Servicio de Prensa Presidencial / HO
 31 de octubre de 2007. Hugo Chávez habla con su huésped, la modelo británica Naomi Campbell, antes de una ceremonia en el teatro Teresa Carreño de Caracas. © AFP Juan Barreto
31 de octubre de 2007. Hugo Chávez habla con su huésped, la modelo británica Naomi Campbell, antes de una ceremonia en el teatro Teresa Carreño de Caracas.
© AFP Juan Barreto
 18 de noviembre de 2007. Chávez con su homólogo iraní, Mahmoud Ahmadineyad, durante la ceremonia de clausura de la cumbre de la OPEP en Riad. © AFP Hassan Amar
18 de noviembre de 2007. Chávez con su homólogo iraní, Mahmoud Ahmadineyad, durante la ceremonia de clausura de la cumbre de la OPEP en Riad.
© AFP Hassan Amar
 30 de noviembre de 2007. Hugo Chávez besa la mano de una proponente suya durante una concentración en apoyo a las reformas constitucionales promovidas por su Gobierno. © AFP Juan Barreto
30 de noviembre de 2007. Hugo Chávez besa la mano de una proponente suya durante una concentración en apoyo a las reformas constitucionales promovidas por su Gobierno.
© AFP Juan Barreto
8 de diciembre de 2007. El presidente venezolano, Hugo Chávez con su homólogo bielorruso, Aleksandr Lukashenko, examinando una muestra de crudo pesado en la Faja del Orinoco, en el sureño estado de Anzoátegui, a 310 kilómetros de Caracas.
8 de diciembre de 2007. El presidente venezolano, Hugo Chávez con su homólogo bielorruso, Aleksandr Lukashenko, examinando una muestra de crudo pesado en la Faja del Orinoco, en el sureño estado de Anzoátegui, a 310 kilómetros de Caracas.
 18 de diciembre de 2007. El presidente venezolano abraza a su homólogo boliviano, Evo Morales, durante la XXXIV Cumbre del Mercosur en Montevideo. © AFP Pablo Porciuncula
18 de diciembre de 2007. El presidente venezolano abraza a su homólogo boliviano, Evo Morales, durante la XXXIV Cumbre del Mercosur en Montevideo.
© AFP Pablo Porciuncula
 6 de marzo de 2008. Chávez saluda afectuosamente a su homóloga argentina, Cristina Fernández de Kirchner, en el palacio presidencial de Miraflores, en Caracas. © AFP Juan Barreto
6 de marzo de 2008. Chávez saluda afectuosamente a su homóloga argentina, Cristina Fernández de Kirchner, en el palacio presidencial de Miraflores, en Caracas.
© AFP Juan Barreto
 25 de septiembre de 2008. Hugo Chávez con una réplica de un Tupolev TU-160 junto al entonces primer ministro y actual presidente ruso, Vladímir Putin, durante su reunión en Moscú. © AFP Presidencia
25 de septiembre de 2008. Hugo Chávez con una réplica de un Tupolev TU-160 junto al entonces primer ministro y actual presidente ruso, Vladímir Putin, durante su reunión en Moscú.
© AFP Presidencia
 18 de abril de 2009. Hugo Chávez entrega a su homólogo estadounidense, Barack Obama, el libro 'Las venas abiertas de América Latina' durante una reunión multilateral de la Cumbre de las Américas en Puerto España, Trinidad y Tobago. © AFP Jim Watson
18 de abril de 2009. Hugo Chávez entrega a su homólogo estadounidense, Barack Obama, el libro ‘Las venas abiertas de América Latina’ durante una reunión multilateral de la Cumbre de las Américas en Puerto España, Trinidad y Tobago.
© AFP Jim Watson
 11 de febrero de 2010. Hugo Chávez se prepara para lanzar una pelota durante un partido de softball con jugadores profesionales venezolanos en Caracas. © AFP Juan Barreto
11 de febrero de 2010. Hugo Chávez se prepara para lanzar una pelota durante un partido de softball con jugadores profesionales venezolanos en Caracas.
© AFP Juan Barreto
 21 de septiembre de 2010. Hugo Chávez y los candidatos a la Asamblea Nacional del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en la víspera de las legislativas, donde el oficialismo logró la mayoría de los escaños. © AFP
21 de septiembre de 2010. Hugo Chávez y los candidatos a la Asamblea Nacional del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en la víspera de las legislativas, donde el oficialismo logró la mayoría de los escaños.
© AFP
 15 de octubre de 2010. Hugo Chávez entrega unos regalos a Dmitri Medvédev, ex presidente de Rusia (2008-2012) y actual primer ministro, durante una conferencia de prensa celebrada en el Kremlin. © RIA Novosti Mikhail Klimentyev
15 de octubre de 2010. Hugo Chávez entrega unos regalos a Dmitri Medvédev, ex presidente de Rusia (2008-2012) y actual primer ministro, durante una conferencia de prensa celebrada en el Kremlin.
© RIA Novosti Mikhail Klimentyev
 31 de marzo de 2011. Hugo Chávez junto con su homólogo boliviano, Evo Morales, saluda a la gente durante su visita al país andino. © AFP Aizar Raldes
31 de marzo de 2011. Hugo Chávez junto con su homólogo boliviano, Evo Morales, saluda a la gente durante su visita al país andino.
© AFP Aizar Raldes
 6 de junio de 2011. Hugo Chávez y la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, durante una reunión en el Palacio de Planalto, en Brasil. © AFP Evaristo SA
6 de junio de 2011. Hugo Chávez y la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, durante una reunión en el Palacio de Planalto, en Brasil.
© AFP Evaristo SA
23 de julio de 2011. Maradona, Fidel y Chávez. Foto: Estudios Revolución
23 de julio de 2011. Maradona, Fidel y Chávez. Foto: Estudios Revolución
 21 de julio de 2012. Hugo Chávez saluda a sus partidarios durante un acto de campaña electoral para las presidenciales del 7 de octubre, en las que fue reelegido. © AFP
21 de julio de 2012. Hugo Chávez saluda a sus partidarios durante un acto de campaña electoral para las presidenciales del 7 de octubre, en las que fue reelegido.
© AFP
 27 de agosto de 2012. Chávez visita el Hospital de Paraguaná, donde están ingresadas las personas heridas en la explosión de la refinería de petróleo Amuay. © AFP Presidencia
27 de agosto de 2012. Chávez visita el Hospital de Paraguaná, donde están ingresadas las personas heridas en la explosión de la refinería de petróleo Amuay.
© AFP Presidencia
2012. Conclusión de visita a Cuba de Chávez, sostuvo encuentros con Fidel y Raúl
2012. Concluysión de visita a Cuba de Chávez, sostuvo encuentros con Fidel y Raúl
 20 de septiembre de 2012. Hugo Chávez toca la guitarra durante un Consejo de Ministros en el palacio presidencial de Miraflores en Caracas. © AFP Presidencia
20 de septiembre de 2012. Hugo Chávez toca la guitarra durante un Consejo de Ministros en el palacio presidencial de Miraflores en Caracas.
© AFP Presidencia
 24 de septiembre de 2012. Hugo Chávez "noquea" a la oposición durante un acto de campaña electoral en Acarigua (noroeste de Venezuela). © AFP Juan Barreto
24 de septiembre de 2012. Hugo Chávez “noquea” a la oposición durante un acto de campaña electoral en Acarigua (noroeste de Venezuela).
© AFP Juan Barreto
 3 de octubre de 2012. Hugo Chávez baila durante un acto de campaña electoral en Maracay. © AFP Juan Barreto
3 de octubre de 2012. Hugo Chávez baila durante un acto de campaña electoral en Maracay.
© AFP Juan Barreto
 7 de octubre de 2012. Hugo Chávez saluda a sus partidarios tras recibir la noticia de su reelección con el 54,42% de los votos, derrotando así al principal candidato opositor, Henrique Capriles, que obtuvo el 44,47%. © AFP Juan Barreto
7 de octubre de 2012. Hugo Chávez saluda a sus partidarios tras recibir la noticia de su reelección con el 54,42% de los votos, derrotando así al principal candidato opositor, Henrique Capriles, que obtuvo el 44,47%.
© AFP Juan Barreto

terça-feira, 5 de março de 2013

Morre o presidente Hugo Chávez


O presidente da Venezuela e líder da 'revolução bolivariana', Hugo Chávez Frias, morreu nesta terça (5), aos 58 anos, vítima de câncer. O vice-presidente do país, Nicolás Maduro, fez o anúncio durante a tarde, em rede de rádio e televisão. Ele já havia confirmado, durante o dia, a notícia de que o estado de saúde de Chávez se agravara. "Viva Hugo Chávez! Viva para sempre", celebrou Maduro.

O vice-presidente da Venezuela, Nicolás Maduro, anunciou a morte do presidente Hugo Chávez, em pronunciamento em rede de rádio e televisão. Chávez tinha 58 anos e morre após enfrentar longo tratamento contra o câncer, parte dele feito em Cuba.

O governo ainda vai informar onde será velado o corpo de Chávez e dará detalhes sobre o sepultamento. Maduro pediu que o povo venezuelano enfrente este momento "com o amor que Chávez ensinou". O vice-presidente encerrou a fala com a frase: "Viva Hugo Chávez! Viva para Sempre".

As Forças Armadas venezuelanas, também em comunicado em rede nacional de rádio e televisão, disse que se unia ao povo "neste momento de dor", que permanece unida e que manterá a luta pelos ideais de Chávez. O texto aponta que a Constituição seguirá sendo respeitada e que Maduro poderá "contar com as Forças Armadas".

Por causa da morte do presidente da Venezuela, Dilma Rousseff cancelou a viagem que faria à Argentina na próxima quinta-feira (7). A presidenta iria a El Calafate para reuniões bilaterais com sua colega argentina, Cristina Kirchner.

Ao falar, com a voz embargada, sobre a morte de Chávez, Dilma afirmou: "O presidente Hugo Chávez deixará no coração, na história e nas lutas da América Latina um vazio. Lamento, como presidente da República e como uma pessoa que tinha por ele um grande carinho".

A presidenta Dilma participava nesta terça do Congresso Nacional dos Trabalhadores e Trabalhadoras Rurais, que ocorre em Brasília. Ela e sua colega argentina, Cristina Kirchner, devem viajar à Venezuela para participar do velório de Chávez.

O ex-presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que conviveu bastante com Chávez ao longo de seus oito anos de governo, divulgou nota oficial.

"Eu me solidarizo com o povo venezuelano, com os familiares e correligionários de Chávez, neste dia tão triste, mas tenho a confiança de que seu exemplo de amor à pátria e sua dedicação à causa dos menos favorecidos continuarão iluminando o futuro da Venezuela", diz um trecho da nota.

Clique aqui para ler o especial 'O Chavismo além de Chávez'

*Com informações da Agência Brasil

Stalingrado, onde começou a derrota de Hitler e dos nazistas



José Carlos Ruy*

Adolf Hitler e a liderança nazista subestimavam os russos; que considerava como “sub-humanos”, bárbaros, inferiores e indignos de continuar vivendo. Via os territórios do leste da Europa, sobretudo as estepes férteis da Ucrânia, como “um lebensraum (espaço vital), à prova de bloqueio" cuja conquista levaria, depois da vitória, ingleses e norte-americanos a negociar os termos da paz. Era ali que Hitler pretendia lançar as bases do "Reich de mil anos", depois de abrir um vazio populacional com o assassinato de ao menos 30 milhões de eslavos, cujo território seria ocupado pela colonização étnica alemã.

Destruir a União Soviética e comunismo

Numa das reuniões de planejamento da Operação Barbarossa (o código nazista para a invasão da União Soviética, que ocorreria em junho daquele ano), em 30 de março de 1941, Hitler deixou claro o objetivo da guerra: destruir a União Soviética e o comunismo.

O general Franz Haider, que foi chefe do estado maior do exército nazista, anotou em seu diário a declaração do dirigente nazista. Será a “luta de duas visões de mundo”, disse Hitler numa “sentença aniquilatória contra o bolchevismo”, que é a “mesma coisa que criminalidade antissocial”, anotou Haider. “Comunismo, tremendo perigo para o futuro”, disse Hitler. E ordenou o assassinato puro e simples dos comissários políticos do Exército Vermelho e da intelectualidade comunista.


Hitler acreditava que a invasão seria mais uma blitzkrieg - uma guerra relâmpago a ser resolvida rapidamente. Em seus planos, tudo estaria terminado antes do Natal de 1941, e do temível inverno russo. “Nós só temos que chutar a porta da frente e todo o edifício ruirá”, disse em outra ocasião, registrou o historiador Rupert Matthews. Hitler estava convicto de que suas tropas seriam recebidas na URSS como “libertadoras” contra o comunismo.

Era uma crença generalizada também entre governos aliados, como o norte-americano ou o inglês, de que os russos se levantariam contra o comunismo. Na véspera da invasão, o serviço secreto britânico calculou que a União Soviética estaria liquidada em oito ou dez semanas. Um funcionário do Departamento de Estado dos EUA foi mais “pessimista” e previu na mesma ocasião que a derrota soviética ocorreria entre um a três meses. (citados por Domenico Losurdo).

Mesmo quando os nazistas foram derrotados em Moscou, em janeiro de 1942, essa crença não perdeu a força, como mostra a reação do governo inglês diante de um telegrama enviado por um diplomata de Moscou para Londres. “Essa ofensiva forçará os nazistas a um longo recuo”, dizia. “Uma nova ofensiva alemã está prevista para a primavera, podendo fazer alguns progressos limitados na Rússia, mas não logrará muito. Em seguida, os russos pretendem dar o golpe de misericórdia no outono ou no inverno. Não acredito que os russos parem nas fronteiras alemãs, mas que partam para uma derrota da Alemanha de forma conclusiva e definitiva”. (citado por Rupert Matthews). Seus chefes em Londres fizeram piada dessa previsão que o tempo revelaria correta.

Invasão e assassinato em massa

A invasão da União Soviética, que começou na madrugada de 22 de junho de 1941, foi a maior e mais feroz ação bélica da história. A artilharia alemã abriu fogo numa extensa frente de mais de 1.600 quilômetros, indo do Báltico ao mar Negro. Foram mobilizados cerca de 4,5 milhões de soldados da Wehrmacht com o apoio de 600.000 veículos e 750.000 cavalos, e cerca de 2.700 aeronaves (mais da metade do efetivo da força aérea alemã).

A passagem das tropas era seguida pelos efetivos da SS, da Gestapo e dos “esquadrões especiais” (na verdade esquadrões da morte) com ordens explícitas de Hitler para agir de maneira brutal contra a população civil e executar todos os funcionários comunistas, comissários do povo, “judeus em cargos partidários ou estatais” e “outros elementos radicais (sabotadores, propagandistas, atiradores de tocaias, assassinos, agitadores etc.)”, anotou o historiador britânico Richard J. Evans em sua monumental história do Terceiro Reich, recentemente publicada. Outro historiador britânico, Rupert Matthews registrou a barbárie que ocorreu no rastro das tropas invasoras. Cumprindo as ordens assassinas de Hitler, as bestas humanas com uniforme nazista exterminaram, só em 1941, entre 300 mil e 500 mil pessoas nos territórios soviéticos ocupados.

Era demais até mesmo para chefes militares da tradição prussiana, como o comandante alemão Fedor von Bock. No inverno de 1941 ele reclamou a Hitler, por escrito, sobre as ações bárbaras da SS, da Gestapo e de outras unidades paramilitares contra a população civil em áreas conquistadas, com execução em massa de judeus, estupros e assassinatos generalizados, sendo lugar comum o uso de trabalho escravo em condições terríveis. Ele reclamava, diz o historiador Rupert Matthews, sobretudo porque esta bestialidade fortalecia a disposição dos russos para resistir, fortalecendo os grupos guerrilheiros que logo se juntaram à ação do Exército Vermelho.

Esse comportamento bestial logo indispôs as tropas invasoras até mesmo com as pessoas que se opunham ao comunismo, levando outro general alemão, Hans Meier-Welcker, a registrar: “Se nossa gente fosse apenas um pouquinho mais decente e cordata!”.

Os horrores cometidos pelos alemães fortaleceram, de fato, entre soldados e cidadãos soviéticos a disposição para acatar a mensagem patriótica difundida através do rádio por Stálin convocando o povo para unir-se à guerrilha para sabotar e combater, de todas as formas, o ocupante nazista naquela que, com razão, é chamada pelos russos de Grande Guerra Pátria.

O ataque contra Stalingrado

A invasão da União Soviética fora planejada para desdobrar-se em três frente: ao norte, com o foco em Leningrado; no centro, com Moscou no alvo; e no sul, onde o objetivo era Kiev. Mas a resistência soviética mostrou a inviabilidade dessa invasão em três frentes, coisa que os generais alemães perceberam já em agosto, menos de dois meses depois do início da agressão. Eles propuseram a Hitler a escolha de um ponto onde colocar o peso principal que, preferiam, seria Moscou. Mais uma vez o desprezo de Hitler pelas tropas russas levou-o a subestimar seu poderio. Hitler preferiu concentrar o ataque ao sul, contra Kiev, em busca dos recursos econômicos das porções ocidentais da URSS, do Cáucaso e suas reservas de petróleo.

Em seguida, decidiu atacar Stalingrado, pelo valor simbólico e propagandístico (era a cidade de Stalin) e estratégico (o domínio do Volga poderia abrir um caminho por onde os invasores pretendiam chegar a Moscou).

Foi a origem da maior e mais sangrenta das batalhas da 2ª Guerra Mundial, que começou em 17 de julho de 1942. Os 250 mil soldados do 6º Exército (um das joias da coroa nazista), sob o comando do então general Friedrich von Paulus, alcançaram o Volga, ao norte de Stalingrado, em 23 de agosto de 1942. Antes de sua chegada, a cidade foi arrasada pelos bombardeios da Luftwaffe. A luta prosseguiu nos escombros da cidade, entre setembro de 1942 a janeiro de 1943. A batalha foi dura, e os soldados alemães - treinados para a blitzkrieg com apoio de tanques - não estavam preparados para a luta urbana, com os obstáculos representados pelos escombros. Em Stalingrado cada pedaço de terreno foi disputado literalmente palmo a palmo, casa a casa, numa batalha corpo a corpo.

A defesa soviética foi intensa, e o grande contra-ataque para libertar Stalingrado teve início em 19 de novembro de 1942, reunindo mais de um milhão de soldados.

As tropas soviéticas romperam as linhas inimigas a quase 160 km ao oeste da cidade; a reação alemã inicial foi lenta, demorando a perceber que estava em andamento uma manobra tradicional de envolvimento, que se completou no dia 23. Os alemães ainda fizeram uma tentativa de ataque pelo sul, em 12 de dezembro, repelida pelos soviéticos.

Sem combustível, comida e munição, no Natal de 1942 o exército de Paulus estava efetivamente condenado. Menos de um mês depois, em 22 de janeiro de 1943, ele sugeriu a Hitler (que rejeitou) a rendição como única maneira de salvar o que restava das tropas. Em 24 de janeiro de 1943 estava cercado nas ruinas de Stalingrado, sendo continuamente atacado pela artilharia soviética.

Hitler ainda tentou manter as aparências e, em 30 de janeiro de 1943 (no décimo aniversário de sua escolha como Chanceler), fez uma solene proclamação pelo rádio: "Daqui a mil anos, os alemães falarão sobre a Batalha de Stalingrado com reverência e respeito, e se lembrarão que a despeito de tudo, a vitória final da Alemanha foi ali decidida". Nesse dia, ele promoveu Friedrich Von Paulus para o mais alto posto da hierarquia militar alemã: marechal de campo, em uma evidente tentativa de induzi-lo a preferir um suicídio “honroso” a cair prisioneiro dos soviéticos.

Em vão. No dia seguinte, 31 de janeiro de 1943, o agora marechal de campo Friedrich von Paulus comunicou aos soviéticos sua capitulação, que efetivou em 2 de fevereiro de 1943.

No total, cerca de 235 mil soldados alemães e aliados foram capturados; mais de 200 mil foram mortos, diz Richard Evans. Entre os capturados estavam, além do marechal Paulus, 24 generais e outros 2.500. Foram mortos cerca de 140 mil soldados da Wehrmacht e 200 mil do Exército Vermelho. Os soviéticos tomaram do exército inimigo 60 mil veículos, 1,5 mil blindados, seis mil canhões e dois mil aviões. Os próprios alemães reconheceram que, em Stalingrado, perderam o correspondente a seis meses da produção de sua indústria bélica.

Foi a primeira vez na história que um marechal alemão era feito prisioneiro em combate, e que dois exércitos alemães foram capturados (o 6º Exército de Paulus e parte do 4º Exército Panzer, de tanques de guerra). Foram neutralizadas mais de 20 divisões alemãs; em seis meses de combate, foram mortos mais de 1,5 milhão de soldados invasores. Entre os russos, o número de mortos foi semelhante.

Moscou, Leningrado, Stalingrado

O fracasso em Stalingrado foi a confirmação de uma derrota alemã anunciada antes em Moscou e no cerco a Leningrado. A primeira etapa da derrota alemã ocorreu em Moscou onde, em 5 de dezembro de 1941. Era o início do inverno e as tropas soviéticas e moradores expulsaram os invasores nazistas que haviam chegado a 80 quilômetros da cidade. Naquele dia começou a ruir o mito da invencibilidade nazista. Sob o comando do então general Georgy Zhukov começou o contra-ataque que barrou a tentativa de blitzkrieg e empurrou os alemães (congelados, famintos e exaustos) de volta para o ponto de partida de seu ataque, a uns 250 quilômetros. A consolidação da posição soviética em abril de 1942 afastou a ameaça alemã contra a capital, reforçando a autoconfiança soviética em seus soldados, nos equipamentos que produziam (entre eles os tanques T-34 e os lança foguetes Katyusha), e na capacidade tática e vencer os invasores nazistas. O dia 5 de dezembro é justamente comemorado na Rússia como Dia da Glória Militar.

O outro passo importante foi dado em Leningrado (cidade que Hitler havia prometido varrer do mapa). O cerco alemão durou mais de dois anos, de 8 de Setembro de 1941 a 27 de Janeiro de 1944, submetendo os moradores a intensos bombardeios aéreos, à fome, a epidemias e males semelhantes. Os moradores e os defensores não esmoreceram; em 18 de janeiro de 1943 conseguiram, pela primeira vez, romper o cerco, mas a luta ainda demoraria cerca de um ano até a derrota completa do inimigo nazista, em janeiro de 1944.

O desastre diante de Moscou foi particularmente catastrófico, classificado pelo general Franz Haider como “a maior crise em duas guerras mundiais”. Fritz Told, ministro de Armamentos, concluiu por sua vez que a guerra não podia ser vencida pois os recursos industriais britânicos, americanos e soviéticos eram mais poderosos que os da Alemanha, e a indústria soviética estava produzindo equipamento melhor em escala maior, mais adaptado para o combate no rigor do inverno, registrou Richard Evans.

Hitler subestimou a capacidade soviética

As perdas das Forças Armadas alemãs após a invasão da União Soviética estiveram acima de todos os cálculos nazistas. Nas ações anteriores, suas perdas foram assimiláveis: em 1939 chegaram a 19 mil mortos; nas campanhas de 1940, foram 83 mil - bastante sérias mas não insubstituíveis, comentou o historiador Richard Evans. Com a invasão da União Soviética esse número multiplicou-se. Somente em 1941 houve 357 mil soldados alemães dados como mortos ou desaparecidos, mais de 300 mil deles na frente oriental onde, a partir de 22 de junho de 1941 estavam engajadas pelo menos 2/3 das forças alemãs.

As grandes perdas alemãs começaram já no início da invasão. Um mês depois de atravessarem as fronteiras, o número de mortos, feridos e desaparecidos alemães já passava de 213 mil e a desordem causada entre as fileiras levou o Comando Supremo do Exército a ordenar, em 31 de julho, uma parada no avanço, para reagrupamento. Isto é, cerca de 40 dias depois de seu início, a invasão começava a perder ímpeto.

Isto é, logo no início a liderança nazista teve que defrontar-se com as dificuldades não previstas. Em 2 de julho de 1941, depois de dez dias do início da invasão, Goebbels escreveu em seu diário: o combate é duro e obstinado, e “não se pode, de modo algum, falar em passeata. O regime russo mobilizou o povo”. Avaliação mantida em 24 de julho: “Não podemos nutrir nenhuma dúvida sobre o fato de que o regime bolchevique, que existe há quase um quarto de século, lançou marcas profundas no povo da União Soviética”. E avançou: é preciso dizer ao povo alemão “que esta operação é muito difícil, mas que podemos superá-la, e a superaremos”. Em 16 de setembro, seu registro da situação reconhecia que “calculamos o potencial dos bolcheviques de maneira completamente errada” (citado por Domenico Losurdo).

Era uma situação que os generais estavam vivendo na prática. Em 20 de julho de 1941 o general alemão Gotthard Heinrici, escreveu à esposa que “os russos são muito fortes e lutam com desespero”. “Eles aparecem de súbito por toda parte, atirando, caem sobre as colunas, carros individuais, mensageiros, etc.” “Nossas perdas são consideráveis”.

Eram perdas com as quais os “invencíveis” alemães não estavam acostumados; elas chegaram a mais de 63 mil homens até o fim de julho; no dia 22 desse mês, Heinrici reconhecia, em outra carta à esposa, que a disposição russa para resistir não fora destruída e que o povo não queria depor os líderes bolcheviques.

Haider, em 2 de agosto, reconheceu os erros de avaliação: “está ficando cada vez mais claro que subestimamos o colosso russo, que se preparou de modo consciente para a guerra”. Em agosto ele avaliou que os alemães já tinham perdido 10% de seus soldados, que foram mortos ou feridos pela resistência até o final de julho. Em 15 de agosto ele anotou em seu diário: “Em vista da fraqueza de nossas forças e dos espaços infindáveis, podemos jamais alcançar o sucesso”.

Quando a notícia da derrota em Stalingrado foi transmitida por rádio, em Berlim, em 4 de fevereiro de 1943, Goebbels, registrou em seu diário: “As notícias de Stalingrado tiveram um efeito de choque no povo alemão” (Der Spiegel). Aparentemente era um sentimento geral. Um relatório do Serviço de Segurança da SS registrou que algumas pessoas de fato viram em Stalingrado “o começo do fim”, e dizia-se que nos gabinetes de governo de Berlim havia “em certa medida uma nítida atmosfera de desespero iminente” (citado por Richard Evans).

O mito do absolutismo soviético

A historiografia ocidental alimenta um persistente mito sobre Stalingrado. O Exército Vermelho e a polícia política soviética teriam imposto o terror sobre seus próprios cidadãos e combatentes para obrigá-los a combater os invasores. Em 1998, o historiador britânico Anthony Beevor concluiu que o Exército Vermelho executou mais de 13 mil soldados durante a batalha, acusados de covardia ou deserção; além disso, 50 mil soviéticos teriam passado para o lado dos alemães.

Não é verdade. Esse mito foi demolido por documentos agora revelados no livro The Stalingrad Protocols, publicado em novembro de 2012, na Alemanha e na Rússia, escrito pelo historiador alemão Jochen Hellbeck. Segundo os documentos houve menos de 300 execuções, por covardia, entre os soviéticos até outubro de 1942, três meses antes da derrota alemã. E, naqueles meses cruciais, o número de filiados ao Partido Comunista na cidade conflagrada aumentou, passando de 28.500 para 53.500 entre agosto e outubro de 1942.

The Stalingrad Protocols foi escrito com base em cartas e memórias de soldados soviéticos. Hellbeck consultou mais de 10 mil documentos sobre o Exército Vermelho existentes na Academia Soviética de Ciências, em Moscou e sua conclusão é de que a luta contra as tropas hitleristas era encarada pelos cidadãos soviéticos como uma causa libertadora. “Os comissários soviéticos souberam captar o sentimento patriótico das pessoas e mobilizar a população contra a agressão nazista”, diz ele, derrubando mitos consolidados sobre os soviéticos. Desmente, por exemplo, a alegação comum na historiografia liberal, de que civis participaram daquela batalha devido ao medo do terror do regime soviético. E retrata a história de pessoas que se envolveram de forma voluntária na defesa de sua cidade e sua pátria.

O esforço do governo para mobilizar o povo e defender as conquistas do regime surtiu efeito. O objetivo da luta era claro para a população e para os soldados. Ele fora apontado inúmeras vezes em transmissões de rádio onde Stalin falava ao povo desde o início da invasão nazista. Em 23 de fevereiro de 1942, por exemplo - data do 24º aniversário da entrada do Exército Vermelho na Primeira Guerra Mundial - ele defendeu o direito de autodefesa dos soviéticos. “A força do Exército Vermelho”, disse, “reside sobretudo no fato de não travar uma guerra predatória imperialista, mas uma guerra patriótica, uma guerra de libertação, uma guerra justa.” “O Exército Vermelho, como qualquer exército de quaisquer outros povos, tem o direito e a obrigação de aniquilar os escravizadores de nossa Pátria”.

Nas comemorações dos 70 anos da vitória em Stalingrado, a rádio Voz da Rússia ouviu alguns sobreviventes daquela batalha cujo depoimento confirma as conclusões do autor de The Stalingrad Protocols. Um exemplo é o da veterana Taïssia Postnova que, hoje, tem 93 anos de idade; na ocasião, era estudante de medicina e foi enviada para Stalingrado em setembro de 1942 para trabalhar como enfermeira. Ela lembrou que os nazistas "bombardearam continuamente de nove da manhã até às quatro horas da tarde. Duas vezes nosso bunker foi completamente soterrado após as explosões”. Viveu os horrores da guerra mas, disse, "não tínhamos medo. Tínhamos apenas uma ideia em mente: vencer”, em defesa da Pátria e do regime. “Muitas vezes aqueles que estavam à beira da morte diziam: 'eu morro pela Pátria, por Stalin’. Se não tivesse havido Stalin, teríamos perdido a guerra", afirmou.

Isso confirma a opinião de Jochen Hellbeck em entrevista à revista alemã Der Spiegel; segundo ele, o Exército Vermelho era política e moralmente superior a seu oponente nazista. “O Exército Vermelho era um exército político”, disse.

Rendição incondicional

O impulso soviético iniciado em Moscou e reforçado com a vitória em Stalingrado cumpriu a previsão do diplomata inglês em Moscou, em 1942: o rolo compressor do Exército Vermelho não se deteve nas fronteiras russas mas só parou quando um soldado soviético do destacamento avançado do general Ivan Koniev, em 2 de maio de 1945, hasteou a bandeira da foice e do martelo no mastro principal do Reichstag, em Berlim, e a Alemanha foi completamente derrotada na guerra. Cinco dias depois, em 8 de maio, Hitler havia cometido suicídio e seus substitutos à frente da Alemanha nazista, rendição incondicional, diante dos generais Ivan Susloparov, soviético, Walter Bedell Smith, americano, e François Sevez, francês.

Muito antes disso, ainda em 1943, a notícia da derrota em Stalingrado foi noticiada através do rádio, em Berlim, no dia 3 de fevereiro, pelo general Zeitzler, chefe do Alto Comando das Forças Armadas alemãs, ao som de tambores abafados e da execução do segundo movimento da Quinta Sinfonia de Beethoven. Esta foi mais uma vilania dos nazistas: Beethoven foi um democrata que jamais teria concordado com a barbárie dirigida por Hitler e seus asseclas. Basta lembrar que, em 1802 (cerca de 140 anos antes dos eventos trágicos transmitidos pelo general Zeitzler) ele havia dedicado a Terceira Sinfonia (Eroica) ao Napoleão, dirigente da revolução francesa. Mas riscou a dedicatória dois anos depois, em 1804, quando Napoleão se coroou imperador.

A poesia, agora, está nos jornais

A batalha de Stalingrado ficou na história como um símbolo intenso da resistência contra a opressão, o imperialismo e a ocupação estrangeira. Um poeta brasileiro, Carlos Drummond de Andrade, registrou sua dimensão histórica imorredoura. Hoje, “a poesia fugiu dos livros, agora está nos jornais”, escreveu. “Os telegramas de Moscou repetem Homero. / Mas Homero é velho. Os telegramas cantam um mundo novo”.

Mundo novo defendido com muita coragem, sangue, sacrifício para enfrentar aqueles que, há mais de 70 anos, armaram o até então maior exército jamais visto para destruir a União Soviética e o comunismo.

*José Carlos Ruy é jornalista

Referências
Evans, Richard J. O Terceiro Reich em Guerra. São Paulo, Planeta, 2012
Losurdo, Domenico. Stalin - storia e critica di uma legenda nera. Roma, Carocci editore, 2008
Matthews, Rupert. Segunda Guerra Mundial: Stalingrado. A resistência heroica que destruiu o sonho de Hitler de dominar o mundo. São Paulo, M. Books do Brasil, 2013

Internet
http://www.spiegel.de/international/zeitgeist/frank-interviews-with-red-army-soldiers-shed-new-light-on-stalingard-a-863229.html, consultado em 03/02/2013.
http://newsbom.com/world/118575.html, consultado em 03/02/2013.
http://www.independent.ie/world-news/revealed-the-horrific-forgotten-secrets-of-stalingrad-3285052.html, consultado em 03/02/2013.
http://m.g1.globo.com/mundo/noticia/2013/01/russia-de-putin-celebra-os-70-anos-da-vitoria-de-stalingrado.html, consultado em 03/02/2013.

“O PDT se afastou do trabalhismo”, afirma Carlos Araújo


Aos 75 anos, Carlos Araújo voltará a se filiar ao PDT | Foto: Ramiro Furquim/Sul21

Samir Oliveira no SUL21

Ex-deputado estadual e fundador do PDT no Rio Grande do Sul, Carlos Franklin Paixão Araújo afirma que o partido está “descaracterizado” e “afastado das raízes do trabalhismo” no país. Após romper com a sigla em 2004 e permanecer ausente da política desde então, o ex-marido da presidente Dilma Rousseff (PT) voltará a se filiar ao PDT em março deste ano.
O retorno de Carlos Araújo ao PDT ocorre às vésperas da convenção que irá eleger o comando nacional da sigla – que permanece com o ex-ministro do Trabalho Carlos Lupi desde a morte de Leonel Brizola, em 2004. Carlos Araújo retorna ao PDT para ajudar os netos de Brizola a disputar a hegemonia no partido.
Nesta entrevista ao Sul21, Carlos Araújo fala sobre a situação do PDT no país e no Rio Grande do Sul e defende uma maior formação política dos seus militantes. Para o ex-deputado, o trabalhismo é doutrina que irá levar o brasil ao socialismo. “Pretendo me filiar em março. O trabalhismo é o caminho brasileiro para o socialismo. Quero participar dessa luta”, explica.
Com 75 anos de idade, Carlos Araújo é natural de São Francisco de Paula e ingressou clandestinamente na Juventude do Partido Comunista Brasileiro aos 14 anos – sigla na qual militou até 1957. Formado em Direito pela UFRGS, começou a ter contato com Leonel Brizola durante a campanha da Legalidade, em 1961. Após o golpe militar, em 1964, ingressou na luta armada e foi um dos dirigentes da VAR-Palmares. Foi na guerrilha que conheceu sua ex-mulher, Dilma Rousseff, com quem foi casado durante 30 anos, de 1969 a 1999. Graças ao relacionamento com Carlos Araújo, Dilma veio morar em Porto Alegre, já que o marido encontrava-se detido na Ilha do Presídio, durante os anos 1970. Ainda hoje, Carlos Araújo é uma das pessoas mais próximas de Dilma, com quem teve uma filha, Paula, e compartilha um neto, Gabriel.
Após eleger-se deputado estadual em 1982 e reeleger-se por mais duas legislaturas, Carlos Araújo – que também disputou a prefeitura de Porto Alegre em 1988 e 1992 – abandonou a vida pública, devido a um enfisema pulmonar que vem lhe causando complicações desde 1995.
“O trabalhismo é uma corrente de pensamento que tem como base a defesa dos direitos sociais no capitalismo”
Ex-deputado abandonou o partido em 2004 e afirma que, mesmo com o retorno, não irá se candidatar a cargos públicos | Foto: Ramiro Furquim/Sul21

Sul21 – Como o senhor avalia a situação atual do PDT no país?
 
Carlos Araújo – O PDT está um pouco descaracterizado, se afastou das raízes do trabalhismo. Falta ao PDT uma prática social maior, uma maior participação nos movimentos sociais. O partido deveria se voltar aos grandes problemas nacionais, mas não faz esses debates. A atuação é muito tímida. Internamente, é preciso haver mais democracia, discussão e revezamento de poder no PDT. Não podemos ter lideranças que se eternizam no poder.

Sul21 – Como o partido vem administrando a era pós-Leonel Brizola?
 
Carlos Araújo – Sempre é difícil administrar um partido após a perda de um grande líder. Leva tempo até que se encontre um rumo. O PDT procura esse rumo, mas não tem encontrado. A perda de um grande líder sempre gera embaraços, cria dificuldades e barreiras a serem superadas.

Sul21 – Foi um erro do partido ficar tão dependente do Brizola?
 
Carlos Araújo – Acho que não. A história tem mostrado, principalmente nos países emergentes, que as forças sociais se estruturam em cima de grandes lideranças. Líderes como Fidel Castro, Hugo Chávez e Leonel Brizola discursam durante muito tempo. Fidel chegou a falar por 14 horas seguidas. O Brizola já discursou por 7 horas. Esses líderes aprenderam que a educação para a consciência das massas é formada, em grande parte, pela audição. Esses líderes se destacam e é muito difícil formar um partido com eles. O PT tem um grande líder, mas o partido depende muito do Lula. É bom para o PT ter estrutura, conseguir caminhar sozinho, mas é algo muito difícil.

Sul21 – O senhor ajudou a fundar o PDT no Rio Grande do Sul. O que o partido representava em sua origem?
 
Carlos Araújo – O PDT sempre representou o trabalhismo. É uma corrente de pensamento que tem como base a defesa dos direitos sociais no capitalismo. Getúlio Vargas, que é o fundador do trabalhismo, quando tomou o poder, em 1930, tinha que responder à seguinte pergunta: “Como vai ser o processo de desenvolvimento capitalista no Brasil?”. Então ele disse: “O meu governo terá como base uma democracia social, uma democracia política e uma democracia econômica. O Estado será um indutor do desenvolvimento, mas as rédeas do processo estarão nas mãos das forçais sociais”. Ele usava essa expressão: “Forças sociais”. Em seguida, as elites paulistas e mineiras se levantaram, em 1932, dizendo que esse projeto não servia para o país. Eles acreditavam que as forças sociais não conseguiam gerir o capitalismo no Brasil, defendiam que só quem poderia fazer isso era o capital internacional. Queriam que os representantes do capital internacional desenvolvessem o capitalismo brasileiro.
“Embora tenha feito e esteja fazendo grandes governos, o PT perdeu a sua auréola”
Carlos Araújo entende que PDT deve disputar espaço na esquerda | Foto: Ramiro Furquim/Sul21

Sul21 – Esse embate existe até hoje no país?
 
Carlos Araújo – Continua. Por isso tentaram derrubar o Getúlio em 1932 e em 1937. Por isso conseguiram derrubá-lo em 1945 e o levar ao suicídio em 1954. Foi a mesma questão que levou a derrubarem o Jango em 1964. Getúlio dizia que a hegemonia do processo político tem que estar com as forças sociais. Em 1866, quando houve a primeira eleição na Inglaterra, perguntaram ao Marx – que dirigia a Internacional – como os trabalhadores deveriam votar. Havia um candidato capitalista e outro que representava o regime monárquico anterior. O capitalismo naquela época era terrível, com crianças morrendo nas fábricas, trabalhando 20 horas por dia. Marx respondeu que os trabalhadores deveriam fazer uma aliança com os capitalistas. E disse que o ideal seria que, nessa aliança, os trabalhadores tivessem a hegemonia. Ele dizia que os trabalhadores seriam capazes de desenvolver o capitalismo com mais sabedoria do que os próprios capitalistas, dando um sentido mais social a ele. Foi isso que Getúlio falou. É isso que aconteceu nos governos Lula e acontece no governo Dilma. É o desenvolvimento do capitalismo com as rédeas do processo nas mãos das forças sociais. É a única forma de desenvolver o capitalismo e dividir o bolo enquanto ele vai crescendo. Se não vai tudo apenas para um lado. O trabalhismo representa essa visão do desenvolvimento capitalista.

Sul21 – O PDT não alimenta mais o discurso do trabalhismo?
 
Carlos Araújo – Não está mais adotando esse discurso e está muito desvinculado dos movimentos sociais. O PDT perdeu muito espaço, mas ele pode ser recuperado. Há um espaço para que o PDT avance. Embora tenha feito e esteja fazendo grandes governos, o PT perdeu a sua auréola. Isso nos faz pensar em como será no futuro. Sem o PT, surgirá outro partido para ocupar seu espaço? É uma questão muito delicada e o trabalhismo tem um papel a desempenhar nesse contexto, desde que esteja envolvido com os movimentos sociais.

Sul21 – O PDT pode voltar a disputar o poder dentro da esquerda?
 
Carlos Araújo – Sim. Esse é o destino do PDT, por isso o partido precisa retomar o seu caminho. O Brizola concorreu por duas vezes à Presidência. Em uma, ele perdeu por pouco no primeiro turno e apoiou Lula no segundo. Na outra eleição, foi vice do Lula. Nosso caminho é esse, é marchar junto com as forças de esquerda.
“Quem é de esquerda e está na política institucional tem que ser militante. Tem que pular muro e subir morro”
Sul21 – O senhor retornará ao PDT?
 
Carlos Araújo – Pretendo me filiar em março. Eu estava esperando melhorar um pouco a saúde. Sou trabalhista, penso que o trabalhismo é o caminho brasileiro para o socialismo. Quero participar dessa luta.
Carlos Araújo dará cursos de formação política a jovens do PDT nas tardes de sábado | Foto: Ramiro Furquim/Sul21

Sul21 – Quando o senhor tomou essa decisão?
 
Carlos Araújo – Essa decisão foi construída. O que me levou a acelerar o processo foi eu pensar que os netos do Brizola têm um papel a cumprir no partido. Eles estão sendo muito injustiçados dentro do PDT. Isso me levou à aproximação com eles.

Sul21 – Foi difícil o rompimento com o PDT em 2004?
 
Carlos Araújo – Foi, eu senti muito. Mas era uma conjuntura em que eu não queria mais permanecer no PDT nem em partido nenhum. Foi um afastamento. Saí para ficar mais livre, para não dizerem que eu desobedeci às normas do partido. Mas continuei muito amigo dos companheiros trabalhistas, nunca me afastei totalmente. Nunca tive vontade de ingressar em outros partidos.

Sul21 – Com o retorno ao PDT, o senhor pretende voltar a disputar eleições?
 
Carlos Araújo - Não vou concorrer. Vou ajudar na formação de quadros e em tudo o que eu puder. Como eu fiquei doente, é muito difícil permanecer na política institucional. Quem é de esquerda e está na política institucional tem que ser militante. Tem que pular muro e subir morro.
“Há uma crise partidária na esquerda. Os partidos estão muito desorganizados e não formam seus militantes”
Ex-marido de Dilma defende democratização do estatuto do PDT | Foto: Ramiro Furquim/Sul21

Sul21 – Qual a importância da convenção nacional do PDT para renovação do partido?
 
Carlos Araújo – É muito difícil que haja uma renovação agora. O estatuto do PDT é muito rígido e autoritário, dá muito poder à executiva e ao diretório nacional. É muito difícil furar esse cerco. Eu estou retornando ao PDT e participando de uma corrente que quer sacudir o partido, que vai disputar a convenção. Estamos tentando fazer uma conciliação, para verificar se há trânsito dentro do partido. Acreditamos que o Alceu Collares é um bom candidato para essa transição. Precisamos ter um candidato que consiga unificar o partido, que está muito dividido. E que seja um candidato de transição, fixando regras para uma nova eleição e aproximando as correntes para construir a unidade possível.

Sul21 – Essa transição seria para realizar reformas no estatuto?
 
Carlos Araújo – Sim, para oxigenar o partido. O estatuto precisa ser mais democrático e adequado a nossa realidade. O estatuto atual foi feito pelo Brizola, que já havia perdido um partido e não queria perder outro. Então ele fez um estatuto extremamente centralizado e muito rígido. Agora não temos mais uma liderança do vulto do Brizola, por isso precisamos adequar o estatuto à nossa realidade.

Sul21 – Então a intenção é lançar um candidato de conciliação? Não haverá um candidato de oposição ao atual grupo que comanda o PDT?
 
Carlos Araújo – Se não der, iremos lançar sim esse candidato. Tentaremos fazer a conciliação até onde der. Se não for possível, lançaremos um candidato, mesmo que seja para perder.

Sul21 – Os irmãos Juliana Brizola (deputada estadual gaúcha), Carlos Brizola (deputado federal licenciado e atual ministro do Trabalho) e Leonel Brizola (vereador do Rio de Janeiro), todos netos de Leonel Brizola, fazem parte deste movimento. Quem mais integra o grupo?
 
Carlos Araújo – Dos integrantes gaúchos eu destacaria o Afonso Mota (secretário estadual do Gabinete dos Prefeitos) e o deputado federal Giovani Cherini. Também há muitos prefeitos.
“O prestígio do Lula e da Dilma é muito grande. Mas essa força eleitoral fantástica não se expressa da mesma forma como grande força política”
Sul21 – É um grupo majoritariamente formado por gaúchos?
 
Carlos Araújo – Não, temos apoios nos estados. Minas Gerais nos apoia. Há esforços em vários estados. Essa análise deve ser feita mais adiante. Na segunda-feira (4) tem uma reunião da executiva nacional que fixará as regras para a convenção nacional.
Para Carlos Araújo, as “consequências do poder” tornaram a esquerda acomodada| Foto: Ramiro Furquim/Sul21
Sul21 – O ex-ministro do Trabalho Carlos Lupi – afastado da pasta por denúncias de corrupção e presidente nacional da sigla desde a morte do Brizola – prejudicou o partido?
 
Carlos Araújo – Eu não gostaria de pessoalizar nada. Prefiro não abordar esse assunto, ao menos no momento. Quero travar a luta interna em um nível estritamente político.

Sul21 – Mas no entendimento do grupo do senhor, os dirigentes atuais do PDT são responsáveis pela situação que vocês criticam.
 
Carlos Araújo – Sim. Queremos democratizar o partido. Queremos que o PDT tenha uma vida política interna permanente, não só em época de eleição. Há uma crise partidária na esquerda. Os partidos estão muito desorganizados e não formam seus militantes. Os jovens querem cursos, mas os partidos não dão. O PDT tem uns cerca de 600 jovens atuantes em Porto Alegre, que disputaram os DCEs da UFRGS e da PUCRS com chapa própria. Tem bastante dirigente jovem atuando. Mas eles estão sedentos por conhecimento e por discussão política. É um absurdo eles não saberem onde buscar conhecimento, quais livros ler. Eu fiz uma reunião com esses jovens na terça-feira (26), vou começar a dar cursos a eles nos sábados à tarde. Eles querem discutir e participar e a esquerda não está ocupando plenamente esse espaço de debates.
Sul21 – Por que não?
 
Carlos Araújo – Talvez por estar no poder. São as chamadas “consequências do poder”. Há uma certa acomodação. Todos os quadros políticos vão para o aparelho do Estado e ficam envolvidos em atividades burocráticas. Teria que haver uma maior formação política. Mas, ao mesmo tempo, os quadros precisam ir para o aparelho do Estado, precisam governar. É uma questão complicada.
“A principal questão colocada hoje é a do bem estar do conjunto da sociedade ainda no capitalismo. Uma revolução socialista não está na ordem do dia”
Sul21 – Com a chegada do PT e seus aliados ao poder, outros grupos políticos fazem fortes críticas à esquerda deste projeto que está no governo do país há 10 anos.
 
Carlos Araújo – Há uma fragmentação. Mas, veja bem: na sociedade, o prestígio do Lula e da Dilma é muito grande. Todas as pesquisas demonstram muito apoio da população. Mas essa força eleitoral fantástica não se expressa da mesma forma como grande força política. Há um descompasso.
Carlos Araújo defende que PT apoie candidatura do PDT ao governo gaúcho em 2018 | Foto: Ramiro Furquim/Sul21
Sul21 – No campo ideológico, mudou o debate na esquerda? Anteriormente, principalmente nos anos 1960 e 1970, havia mais forças organizadas defendendo a superação total do capitalismo. Essa bandeira já não é mais defendida por muitos desses grupos hoje.
 
Carlos Araújo – Isso muda com o governo Lula. O mundo impôs essa mudança. O Vietnã, a China, Cuba e a União Soviética mostraram que, nos termos em que colocaram, foi inviável a construção do socialismo numa época em que o regime capitalista ainda era muito forte no resto do mundo. Lênin, quando estava no poder na União Soviética, elaborou a Nova Política Econômica, a chamada NEP. Era uma política de desenvolvimento do capitalismo. O que está em discussão hoje é a viabilidade do socialismo. Ele é viável somente em um país? Ou é viável somente quando houver um grande desenvolvimento internacional do socialismo?
Sul21 – Na sua avaliação, existe algum país plenamente socialista hoje em dia?
 
Carlos Araújo – Não. Existe um certo nível de bem estar social em alguns países, como a Suécia. Mas isso foi conquistado em cima de outros países. O capital sueco no Brasil é muito forte. A principal questão colocada hoje é a do bem estar do conjunto da sociedade ainda no capitalismo. Uma revolução socialista não está colocada na ordem do dia. Quem quiser fazer isso pode ter um pequeno espaço em alguns lugares, não terá um espaço significativo. A realidade demonstra isso. O que fazem Hugo Chávez, Evo Morales e Rafael Correa em seus países? Eles estão desenvolvendo o capitalismo para tirar a população da miséria. Mas é claro que esses governos vão se fortalecendo e a América Latina vai se unindo.
“A internacionalização do capital é um processo em direção ao socialismo. É um processo de desenvolvimento capitalista, mas é, também, um processo em direção ao socialismo”
Sul21 – É possível passar desta etapa de gestor do capitalismo ao socialismo pleno?
 
Carlos Araújo – A internacionalização do capital é um processo em direção ao socialismo. É um processo de desenvolvimento capitalista, mas é, também, um processo em direção ao socialismo. O capitalismo vai se internacionalizando, rompendo fronteiras nacionais e se fragmentando. Hoje um controlador de uma grande empresa tem 10% do seu capital. Socializar essa empresa já não significa mais tirar das mãos de uma única pessoa. Se a GM (General Motors) for nacionalizada hoje, por exemplo, quem irá sentir essa medida a não ser uma meia dúzia de acionistas mais significativos, que possuem 5% ou 8% das ações? Não estou dizendo que já estamos no socialismo. Mas, como dizia Marx, a nova sociedade é gerada no útero da atual sociedade.
Ex-candidato à prefeitura de Porto Alegre, Carlos Araújo diz que Fortunati terá que desdobrar para atender base aliada | Foto: Ramiro Furquim/Sul21

Sul21 – Voltando ao tema do PDT: o partido no Rio Grande do Sul é muito diferente do PDT nacional?
 
Carlos Araújo – O partido sempre foi bastante concentrado no Rio Grande do Sul e no Rio de Janeiro. E sempre enfrentou resistências históricas em São Paulo. Mas isso não significa que não possam ter lideranças em outros estados, o PDT está se fortalecendo.

Sul21 – No Rio Grande do Sul, o PDT aderiu ao governo Yeda Crusius (PSDB) após perder as eleições de 2006 com Alceu Collares e, em 2010, concorreu ao lado de José Fogaça (PMDB). Como o senhor avalia essas ações?
 
Carlos Araújo – Foram equívocos. Isso se confirmou com a eleição da Dilma. Naturalmente, se formou uma aliança em torno da candidatura dela no Rio Grande do Sul, inclusive com setores do PMDB liderados pelo Mendes Ribeiro Filho. Esses equívocos fazem parte da política, mas não podem se repetir.

Sul21 – O que o senhor defende para o PDT em 2014 no Rio Grande do Sul?
 
Carlos Araújo – Há uma discussão em torno desse assunto. Uns defendem candidatura própria, outros querem aliança com o PMDB e outros querem permanecer apoiando o governo Tarso Genro. Eu defendo que o PDT apoie o atual governo em 2014, mas com uma maior participação política nas decisões e com um acordo para que o PT apoie o PDT em 2018. O PDT é muito forte no estado, precisa ter candidato, mas agora não é o momento, o partido ainda não está suficientemente organizado e com força expressiva para isso.
“Defendo que o PDT apoie Tarso em 2014, mas com uma maior participação política nas decisões e com um acordo para que o PT apoie o PDT em 2018”
Sul21 – O PDT precisa reivindicar a indicação do vice-governador em uma eventual aliança com Tarso em 2014?
 
Carlos Araújo – Isso é inevitável. Parece que o PSB está tentando um caminho próprio, isso faz com que o PDT passe a ser o parceiro próximo do Tarso.
Carlos Araújo entende que PSB deve apresentar um plano de governo para o país | Foto: Ramiro Furquim/Sul2

Sul21 – Em Porto Alegre, depois de muito tempo o PDT conseguiu vencer uma eleição para a prefeitura.
 
Carlos Araújo – Vários fatores influenciaram. Um deles foi a construção de uma ampla frente política. E os candidatos adversários não tinham muita força política e eleitoral. Isso também pode pesar a favor do Tarso. Com todas as críticas que se pode ter ao seu governo, não há uma liderança expressiva para enfrentá-lo.

Sul21 – A senadora Ana Amélia Lemos é a grande aposta do PP. Ela conquistou 3,4 milhões de votos em 2010.
 
Carlos Araújo – Ela tinha mais potencial antes das eleições municipais. Ela é uma candidata que tem uma expressão eleitoral, mas ficou enfraquecida por não seguir as determinações do seu partido em 2012.
“É justo que o PSB tenha candidato à Presidência, mas é preciso apresentar um programa de governo, dizer o que quer e a que vem”
Sul21 – Voltando a Porto Alegre, o senhor disse que um dos fatores que favoreceram a vitória de José Fortunati foi a construção de uma ampla aliança. Mas até que ponto uma aliança tão ampla e diversa se sustenta politicamente? A de Porto Alegre contém partidos aliados e partidos que fazem oposição aos governos Dilma e Tarso, como o DEM, o PPS e o PSDB.
 
Carlos Araújo – As alianças muito amplas são trabalhosas de serem administradas. O Fortunati vai ter que se desdobrar para conseguir governar com uma aliança tão ampla. Começam a vir exigências, principalmente fisiológicas. E essas alianças atingem, de certa forma, o perfil político do governo. Eu sou favorável a alianças. Às vezes são composições que não queremos fazer, mas não existe outra saída. É uma questão delicada, principalmente quando são alianças muito amplas, que podem levar o governo ao imobilismo.

Sul21 – Outro partido que está querendo disputar espaço político e se lançar eleitoralmente à Presidência é o PSB.
 
Carlos Araújo – O PSB tem sido um companheiro de viagem na esquerda. Provavelmente terá um candidato à Presidência, o que é justo, mas precisa apresentar um programa de governo. É indispensável que o PSB diga o que quer e a que vem. O PSB precisa explicar quais as suas diferenças com o PT, o PDT e o PCdoB. Isso ainda não está colocado. Tomara que o partido permaneça sempre como força de esquerda.